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El “instrumento“ prehispánico para hacer fuego.

INSTRUMENTO PREHISPÁNICO PARA HACER FUEGO

Cada primero de febrero los p’urhépecha en Michoacán vamos a renovar el fuego e iniciar la cuenta de nuevo tiempo anual. Pero, ¿cómo era en el tiempo prehispánico hacer fuego?

En la ceremonia de Kurhikuaeri K’uinchekua (renovación del fuego e inicio del año nuevo), desde que se retomó su realización de dicha festividad (1983), se ha tratado de recuperar la forma antigua de encender el fuego (Kurhikua), los reiniciadores de la festividad, nos habían dicho que la técnica era por percusión, es decir, entrechocar una piedra dura, (pedernal o sílex), con otra rica en hierro, (pirita), con tal acción se producen chispas. Con esta técnica se ha encendido el fuego en la ceremonia en los años pasados.

En esa búsqueda de información respecto al tema, en una de las láminas de la Relación de Michoacán (Parte 3, f.39, página 339, Edición Colmich 2008). Encontré la siguiente información que a mi juicio describo de la forma que sigue: Vemos la figura de un instructor y dos alumnos. El enseñante sostiene una flecha, no tiene punta de obsidiana, sino una bola, posiblemente podría tratar de combustible (fibra absorbente de resina). En la espalda del mismo personaje vemos el arco, con que podría ser con que se dispara la flecha encendida. En el mismo cuadro también miramos otros objetos y que a mi parecer está relacionado con la producción del fuego. Uno de los objetos en forma de “arco”, puede ser el instrumento para hacer fuego: tiene una manija y el arco para rodar el palo mientras se sostiene en la base (madera blanda), donde por la fricción surgirá la chispa, también aparece otra figura en parte de arriba que pudiese tratar de yesca (materia muy seca -hongos- y preparada de manera que cualquiera chispa de fuego prenda en ella). También vemos dos recipientes en forma de olla, que posiblemente contenedor de resina y que podría ser para colocarse en la punta-esponja de la flecha. Dos objetos más que aparecen en la lámina, un cuchillo en forma de espada de color metal y jaras que pudiera servir como soplador.

En sí, la lámina podría ilustrar en resumen la enseñanza, sobre la producción de fuego a los futuros guerreros, por los relatos de la Relación de Michoacán sabemos que el fuego era necesario en la refriega de los combates, pues mediante su uso, lograban ganar batallas y la primera conquista en tiempo prehispánico en tierras que hoy ocupa Michoacán.

En el mismo libro, La Relación de Michoacán, específicamente en el capítulo V, primera parte, f.69, página 29, Edición Colmich 2008), encontramos un diálogo donde se hace mención sobre un “instrumento de hacer fuego” y aquí transcribo un fragmento:
(…)
– Dijo Vápeani: «y este pescado, ¿qué sabor tiene?».
– Respondió el pescador: «señor, si hubiese aquí fuego, estando asado, me lo preguntaras».
– Dijo Vápeani: «¿qué dices, pescador?. Busca un poco de leña, que nosotros, los chichimecas, de continuo andamos con fuego. Saca leña». Y sacando luego de un instrumento, prendió el fuego, y como hiciesen lumbre a la orilla, subió la llama y humo hacia arriba, y el pescador andaba sudando de asar pescado, y como iba asando, les iban dando, y ellos comieron de aquel pescado, y dijeron: «cierto, buen sabor tiene».

En mi interpretación, esta información documentada en el libro, La Relación de Michoacán nos da a luz a la existencia de la técnica de encendido de fuego que pudo ser utilizada por los antiguos descendientes del Cazonci.
Lo cierto es que en el tiempo actual -desde el año de 1983-, los descendientes del Cazonci, quienes hoy nos denominamos p’urhépecha (de la palabra p’urhejkuti, es decir, guerrero), cada anualidad de forma ceremoniosa y con reverencia renovamos el fuego a la usanza antigua, e iniciamos el inicio de un nuevo tiempo para seguir luchando por el legado de nuestros antepasados, Ireti Ticatame, Tariakuri, Cazonci y otros muchos abuelos, que no se extinga ante el embate de la globalización cultural.

Por eso seguimos insistiendo, en hacer el llamado a los p’urhépecha a asistir a la ceremonia de Kurhikuaeri K’uinchekua, que esta vez la sede es la comunidad de Erongaricuaro, (Lago de Pátzcuaro), y recordarles que es una festividad para vivir el calor de la deidad del Kurhikua (fuego) y seguir la conquista de la tierra que emprendieron Tariakuri y sus sobrinos: Ikingarhe, Irepan y Tangaxoan.

Imágen Láminas de la Relación de Michoacán (Colmich 2008).
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Con mis saludos
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Escrito de Pedro Victoriano Cruz.
San Lorenzo Narheni. enero 12, 2023.

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PD. Texto público días antes de la celebración del Fuego Nuevo en Erongaricuaro.

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